Me regalaban.
Y era feliz.
Poco después de la conclusión del sueño, reparé que se podía entender la frase como que a mí me regalaban a otra persona, que se desprendían de mí, cuando es todo lo contrario: yo recibía una felicidad.
El miércoles pasado comenzaron mis clases de hebreo bíblico.
Y era feliz.
Poco después de la conclusión del sueño, reparé que se podía entender la frase como que a mí me regalaban a otra persona, que se desprendían de mí, cuando es todo lo contrario: yo recibía una felicidad.
El miércoles pasado comenzaron mis clases de hebreo bíblico.